A qué temperatura se debe poner la calefacción en casa

Es común que cuando los grados comienzan a bajar, todos se pregunten a qué temperatura se debe poner la calefacción en casa. Esto es muy importante para encontrar el equilibrio perfecto entre comodidad y ahorro energético, un tema muy conversado durante el invierno.

Asimismo, la elección de la temperatura adecuada para tu sistema de calefacción es más que simplemente girar el termostato; es algo que influye en tu bienestar diario y en tus facturas mensuales. ¿Deberías mantener tu hogar como un oasis tropical, o de otra forma? A continuación, te explicaremos los detalles. 

Conoce a qué temperatura se debe poner la calefacción en tu casa durante el invierno 

A qué temperatura se debe poner la calefacción en casa

La temperatura a la que se debe poner la calefacción en una casa durante el invierno puede variar según diferentes factores, pero los expertos en eficiencia energética y confort en el hogar suelen ofrecer pautas generales. Hay un índice común que podrás recordar cuando llegue el invierno.

La temperatura recomendada para la calefacción en el invierno es generalmente de 18-21 grados Celsius (65-70 grados Fahrenheit) durante el día y 15 a 18 durante la noche. Sin embargo, esta es una pauta general y puede haber variaciones dependiendo de diversos factores.

Si no tienes clara las características de espacio en el lugar que te encuentras, por algún motivo, entonces puedes elegir la temperatura estándar que te hemos dado. No obstante, te queremos explicar con más detalles aquellos factores que influyen en el nivel de calefacción de un hogar.

Elementos que determinan a qué temperatura se debe poner la calefacción en casa 

A qué temperatura se debe poner la calefacción en casa

Como lo hemos mencionado antes, para saber a qué temperatura se debe poner la calefacción en casa, debes considerar todos los elementos que se incluían, y estos son 4 principales:

Ubicación geográfica: En áreas más frías, como el norte de Estados Unidos o Canadá, puede ser necesario mantener la calefacción a una temperatura más alta, cerca de los 21 °C (70 °F), para garantizar un ambiente cómodo. En regiones más templadas, es posible que 18 °C (65 °F) sea suficiente.

Tipo de construcción: Las casas más antiguas o mal aisladas pueden perder calor más rápidamente, lo que podría requerir una temperatura de calefacción más alta para mantener el confort. En contraste, las viviendas bien aisladas y con ventanas eficientes pueden mantenerse más cálidas a temperaturas más bajas.

Salud de los residentes: Las necesidades de temperatura pueden variar según la salud de los habitantes. Por ejemplo, las personas mayores o aquellas con problemas de salud pueden requerir temperaturas más cálidas para mantenerse cómodas.

Preferencias personales: En última instancia, la elección de la temperatura de calefacción también depende de las preferencias personales. Algunas personas prefieren un ambiente más cálido, mientras que otras están dispuestas a tolerar temperaturas más frescas para ahorrar energía.

Recomendaciones para ahorrar en calefacción durante el invierno 

A qué temperatura se debe poner la calefacción en casa

Ya sabemos, de una forma muy aproximada, a qué temperatura se debe poner la calefacción en casa. Sin embargo, todos queremos ahorrar en energía durante el invierno. Esa época suele venir con duros montos en la factura de electricidad. Un tema que incluso tocan en el Gobierno de Nueva York. Así que Haz lo siguiente:

Programa tu termostato: Utiliza un termostato programable para ajustar automáticamente la temperatura en función de tus horarios. Puedes bajar la temperatura cuando no estés en casa o mientras duermes.

Sella las fugas de aire: Busca y sella cualquier rendija o grieta por donde pueda escapar el calor. Esto incluye ventanas y puertas, así como posibles aberturas en las paredes, techos o suelos.

Aprovecha la luz solar: Durante el día, abre las cortinas y persianas para permitir que la luz solar natural caliente tu hogar de manera gratuita. Ciérralas por la noche para retener el calor.

Utiliza ventiladores de techo: En habitaciones con techos altos, puedes hacer que el calor circule mejor utilizando ventiladores de techo en modo inverso para redistribuir el aire caliente que tiende a acumularse en la parte superior de la habitación.

Viste adecuadamente: Vístete con ropa abrigada en casa, como suéteres y calcetines gruesos, para mantener el calor sin necesidad de aumentar la temperatura del termostato.

Mantenimiento regular: Asegúrate de que tu sistema de calefacción esté bien mantenido. Reemplaza los filtros sucios y programa revisiones anuales para asegurarte de que funcione de manera eficiente.

Zonifica tu calefacción: Si es posible, utiliza sistemas de zonificación para calentar solo las áreas de la casa que estás utilizando activamente en lugar de calentar toda la vivienda.

Utiliza cortinas aislantes: Las cortinas gruesas y aislantes pueden ayudar a mantener el calor en invierno y el fresco en verano. Ciérralas por la noche para reducir la pérdida de calor.

Baja la temperatura por la noche: Durante la noche, las temperaturas exteriores suelen ser más frescas, por lo que puedes bajar la temperatura del termostato y usar mantas adicionales en la cama.

Programa un mantenimiento profesional: Al menos una vez al año, programa una revisión y mantenimiento profesional de tu sistema de calefacción. Esto puede identificar y corregir problemas antes de que se conviertan en costosas reparaciones.

Explora fuentes de calor alternativas: Piensa en la posibilidad de usar estufas eléctricas, de gas o de pellets como fuentes de calor adicionales en habitaciones específicas en lugar de calentar toda la casa.

Qué sucede si regulas mal la calefacción de tu hogar 

Regular mal la calefacción de tu hogar puede tener varios efectos negativos tanto en tu comodidad como en tus finanzas. Aquí hay algunas de las consecuencias de una regulación inadecuada de la calefacción:

Mayor consumo de energía: Si mantienes la calefacción a una temperatura más alta de la necesaria, tu consumo de energía aumentará. Esto se traducirá en facturas de calefacción más altas, lo que afectará negativamente a tu presupuesto.

Gasto innecesario: Regular mal la calefacción puede resultar en un gasto innecesario de recursos y dinero. Estás pagando por el calor adicional que no necesitas.

Sobrecalentamiento: Mantener una temperatura excesivamente alta puede causar sobrecalentamiento en tu hogar, lo que puede resultar en una sensación de incomodidad para todos.

Desgaste del sistema de calefacción: Hacer que tu sistema de calefacción funcione a una temperatura más alta de lo necesario puede aumentar su desgaste y acortar su vida útil. 

Dificultades de sueño: Mantener una temperatura muy alta en el dormitorio puede dificultar conciliar el sueño y provocar un descanso de mala calidad.

Impacto ambiental: El uso excesivo de calefacción contribuye a un mayor consumo de combustibles fósiles o electricidad, lo que a su vez aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto ambiental.

Dificultades respiratorias: Un ambiente sobrecalentado y seco puede agravar problemas respiratorios, como alergias y asma, y aumentar la sequedad de las mucosas nasales y garganta.

Ahora no solo sabes a qué temperatura se debe poner la calefacción en casa, sino que también entiendes la importancia de saber regularla y los mejores consejos para ahorrar energía. No dudes en aplicarlo cuando llegue el momento.

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